El cuerpo necesita vitamina C para formar vasos sanguíneos, cartílagos, músculos y colágeno en los huesos, para ayudar en el proceso de curación del cuerpo y en la absorción y almacenaje de hierro. Además, esta vitamina actúa como antioxidante y protege las células frente a los radicales libres, que son los que influyen en el desarrollo de problemas cardíacos y cáncer, entre otras enfermedades. Sin embargo, aunque el cuerpo necesite esta vitamina para funcionar correctamente, no la puede producir y tiene que obtenerla de la dieta. Los cítricos, las bayas, las papas, los tomates, los pimientos, los repollos, las coles de Bruselas, el brócoli y la espinaca son algunos de los alimentos que la contienen. Pero ¿qué puede pasar si en el cuerpo hay una falta de vitamina C?
Problemas causados por la falta de vitamina C en el cuerpo
No es muy común que una persona tenga falta de vitamina C. Sin embargo, las personas que consuman muy poca verdura y fruta, los fumadores o los que beben alcohol en exceso pueden tener un déficit de este micronutriente. Pero, a priori, una persona que consuma sus raciones de fruta y verdura diarias, no debería tener problemas.
Con una falta de vitamina C hay más riesgo de padecer enfermedades por cualquier causa, siendo las más comunes los resfriados y gripes. Cuando la carencia es importante, puede haber un debilitamiento en el colágeno, lo que provocaría sequedad y caída del cabello, dificultad en la cicatrización de heridas y hasta hemorragias, lo que podría provocar anemia.
También se ha demostrado que la falta de vitamina C hace que los dientes se debiliten y se produzcan infecciones bucales con más facilidad. Incluso puede haber un debilitamiento muscular y en los cartílagos, que sería ya una situación muy dolorosa.
¿Cómo detectar falta de vitamina C?
Cuando hay una falta de vitamina C, el sistema inmunológico está debilitado y esto hace que sea muy habitual sufrir enfermedades frecuentes o recurrentes, como resfriados o gripes. También suelen aparecer muchos moratones o heridas que tardan en sanar en diferentes partes del cuerpo. Las encías sangrantes o su inflamación y un dolor articular constante también podrían ser síntomas de que en el cuerpo hay una carencia de esta vitamina.
Varios estudios han demostrado que las personas a las que les falta esta vitamina muestran una actitud depresiva y un nivel alto de estrés. También suele presentarse una falta importante de energía y cambios de humor.
Se aconseja acudir al médico si aparece cualquiera de estos síntomas o varios de ellos. Probablemente, el médico, tras analizar el tipo de dieta y estilo de vida, pedirá una analítica para descartar la falta de vitamina C o alguna otra.
Obtener vitamina C
Las frutas y los vegetales son fuente principal de vitamina C. Entre las frutas que contienen una mayor cantidad de este micronutriente se encuentran los cítricos, el kiwi, el mango, la papaya, la piña, las fresas, la sandía y el melón. Y entre las verduras destacan el brócoli, la coliflor, los pimientos, la espinaca, la patata blanca y los tomates.
En algunos casos se puede recurrir a suplementos vitamínicos, aunque se aconseja no abusar de ellos y obtener esta vitamina de la fruta y la verdura.
Hay casos en los que es necesario consumir una mayor cantidad de vitamina C para llegar al mínimo necesario. Estaríamos hablando, por ejemplo, de mujeres embarazadas o en periodo de lactancia, de personas que sufran hipoabsorción, cáncer o alguna enfermedad renal y personas fumadoras, porque el tabaco aumenta la cantidad necesaria de vitamina C. En estos casos, sobre todo si el médico lo ve conveniente, se puede recurrir a esos suplementos vitamínicos.