La patata es uno de los alimentos más versátiles y populares del mundo, incluso puede cocinarse de muchas maneras diferentes. Además, tiene muchos beneficios para el cuerpo, pero según la forma en la que se cocine puede dejar de ser saludable. Hoy voy a enseñarte las formas más saludables de cocinar la patata para que disfrutes de este rico alimento de manera sana.

Las formas más saludables de cocinar la patata

La patata es un alimento muy saludable, pero, tal y como he comentado, según la forma en la que se cocine puede dejar de serlo. La patata tiene un 77% de agua en su composición y aporta al organismo solo 80 Kcal por cada 100 g, lo que la convierte en un alimento ideal para todos.

A continuación dejo una lista de las formas más saludables de prepararla para que elijas la que más se adapte a tu paladar.

Patata cocida y enfriada

Se podría decir que es la forma más saludable de cocinar la patata. Hay que cocerla en agua durante 20 o 30 minutos en función de su tamaño y, posteriormente, sacarla de la olla y enfriarla en agua.

Cocinándola de esta manera la patata conserva mejor el almidón, que es resistente a la digestión, manteniendo la sensación de saciedad y reduciendo la cantidad de glucosa en sangre. Este almidón realiza una función similar a la fibra, ya que ayuda en la digestión, también reduce la tensión arterial y ayuda a absorber mejor los nutrientes. Además, si las cocinas así mantienes la piel y su mayor parte de fibra. Puedes servirla en forma de ensalada añadiendo alguna proteína, como atún o salmón.

Las formas más saludables de cocinar la patata

Patata al vapor o al microondas

Cocinando la patata al vapor o al microondas conseguirás una textura blanda y más sabrosa aprovechando también mejor los nutrientes. Puedes hacerla en una vaporera o colocando una rejilla encima de la olla. También puedes hacerla en el microondas. La ventaja de hacerla aquí es que el tiempo de preparación es menor.

El truco para que quede perfecta está en enfriarla tras el cocinado para obtener el almidón resistente a la digestión. Seguirás teniendo un alimento rico en fibra y bajo en calorías si la cocinas con piel.

Patata asada al horno

Cocinar la patata al horno es otra forma de disfrutar de todos sus beneficios y obtener un alimento saludable. Lo ideal es prepararla entera o en trozos grandes dejando su piel para no perder la fibra que aporta.

También se puede cortar a tiras largas y añadir un poco de aceite de oliva virgen extra durante la preparación. De esta manera se consigue un toque crujiente.

Un truco para cocinar mejor la patata es cocerla durante 10 minutos antes de introducirla en el horno. Lograrás que se haga mejor por dentro.

Patatas fritas en freidora de aire

Las patatas fritas son la forma más popular de cocinar este producto, pero también es la menos sana. Esto es porque absorbe una gran cantidad de aceite y aumenta sus calorías. Sin embargo, es posible disfrutar de unas patatas fritas sanas si se cocinan en una freidora de aire.

Estas freidoras, gracias a un sistema de ventilación, mueven el aceite que necesitan y dan como resultado unas patatas crujientes y bajas en calorías. Son una buena alternativa si eres un fan de las patatas fritas.

Estas son las formas más saludables de cocinar la patata, un producto que está presente en prácticamente todas las despensas. Puedes condimentar todas las preparaciones con un poco de sal,  aceite de oliva virgen extra o especias para conseguir un toque de sabor extra.

Te recomiendo evitar siempre que puedas las patatas congeladas porque son un alimento procesado que contiene grandes cantidades de grasa, sal y otros condimentos poco saludables.

Y recuerda que, si necesitas un nutricionista en Madrid, puedes contactar conmigo desde la página de contacto. 🙂