Hay datos que aseguran que el ayuno intermitente lo han practicado monjes y guerreros, también algunas religiones. Ahora, desde hace algunos años, ha vuelto para convertirse en una especie de dieta. Voy a explicarte en qué consiste esta técnica y cómo debes practicarla para que no sea perjudicial para tu salud.

¿Qué es el ayuno intermitente?

Tal y como el mismo nombre indica, el ayuno intermitente consiste en combinar periodos de ayuno con periodos de comida. Los periodos de ayuno están controlados y varían en función del método o tiempo que quieras estar sin comer. Eso sí, es importante llevar una dieta equilibrada mientras se practica.

El ayuno intermitente no se debe confundir con la inanición, que es dejar de ingerir alimentos durante un largo periodo de tiempo de forma involuntaria y sin un control. En cambio, el tiempo que estás sin comer en el ayuno intermitente lo regulas tú en todo momento y puede ir de unas pocas horas a un día entero. Incluso es factible empezarlo y dejarlo en cualquier momento por las causas que sean.

Beneficios del ayuno intermitente

Debes tener en cuenta que tu cuerpo está preparado para estos periodos de ayuno de manera natural, por lo que en ningún momento le estarás causando daño. De hecho se ha comprobado que su práctica puede aportar varios beneficios al cuerpo si no se sufren problemas de salud.

El principal beneficio y también el más conocido es la pérdida de peso. Cuando comes parte de la energía que tu cuerpo no puede almacenar en glucógeno se convierte en grasa. Pero cuando pasas muchas horas sin comer agotas el glucógeno y tu cuerpo empieza a quemar esa grasa almacenada, lo que provoca la pérdida de peso.

Otros beneficios del ayuno intermitente son el aumento de la capacidad de concentración porque el cuerpo se queda en una especie de estado de alerta, un horario más estricto en las comidas y una mejora en la dieta, ya que tendrá que ser mucho más variada y equilibrada.

Cómo practicar el ayuno intermitente

Hay dos normas básicas para practicar el ayuno intermitente, una es dejar de comer y la otra es regular la hora de las comidas, las cuales, como ya he dicho, tendrán que ser lo más saludables posible.

Ayunar para adelgazar

La manera más fácil de hacerlo es ayunando 12 horas al día. Puedes cenar, por ejemplo, a las 9 de la noche y no comer nada hasta las 9 de la mañana del día siguiente. De esta manera la mayor parte de las horas de ayuno estarás durmiendo y te será más llevadero.

La dieta Legains o método 16:8 consiste en ayunar durante 16 horas y dejar una ventana abierta de 8 horas donde consumirás todos los alimentos que tu cuerpo necesita. Esta variante la recomiendo si ya estás acostumbrado a ayunar 12 horas y quieres llevar a otro nivel esta práctica.

Otra opción es ayunar 2 días a la semana dejando siempre un día en medio de descanso como mínimo. Haciendo esto consigues que tu cuerpo esté 24 horas sin alimento y se active de una manera más intensa. Normalmente se suelen dejar 2 o 3 días entre ayunos para repartir lo máximo posible la práctica durante la semana.

La dieta del guerrero es una variante algo más extrema y consiste en ayunar 20 horas y consumir alimentos durante 4 horas al día. Esta variante solo la aconsejo si ya has practicado alguna anterior, ya que durante las 4 horas que puedes comer tienes que saber muy bien qué nutrientes consumir para que tu cuerpo no tenga carencias.

Recomendación para practicar el ayuno intermitente

Tal y como te he comentado, el ayuno intermitente puede ser muy beneficioso si lo realizas de una manera controlada y gozas de un buen estado de salud. Jamás realices este tipo de prácticas sin informarte bien antes. Y si tienes cualquier duda, no dudes en consultarme.