A lo largo de los años hemos sido bombardeados con un montón de productos estrella, que permiten una bajada de peso rápida y efectiva. Pero es que además de esto, todo el mundo conoce a alguien que ha probado una dieta milagro que le ayudó a perder esos kilos que le sobraban. La presión de la llegada del verano, la operación bikini y la publicidad que vemos a diario, puede hacer que se tambaleen algunas ideas sobre lo que es verdaderamente una alimentación saludable. Hoy te contamos los riesgos de las dietas milagro, para que sepas que adelgazar rápido no es una buena opción, ya que acarrea más riesgos de los beneficios que trae.

Los riesgos de las dietas milagro y las metas imposibles

Si algo tenemos claro los que nos preocupamos por la nutrición, es que la forma de perder grasa corporal es generando un déficit calórico. Esto se consigue cuando las calorías que consumimos a diario, son menores al número de kcal que gastamos en un día.

Para calcular esto debemos tener en cuenta diversos factores, no solo lo que comemos. Pues hay que saber cómo es nuestro organismo, que tipo de vida llevamos, a qué tenemos acostumbrado al cuerpo y cuál es el punto óptimo para perder peso sin que sea peligroso. Por desgracia muy poca gente acude a un profesional de la nutrición y de la alimentación para elaborar un plan adecuado. Y es que no somos conscientes de lo que le hacemos al cuerpo cada vez que lo exponemos a dietas muy restrictivas o planes de alimentación que prometen metas imposibles.

riesgos de las dietas milagro para le cuerpo

Pérdida de agua y masa muscular

Lo primero que llega en una dieta milagro, es una reducción del peso corporal, pero no de la manera en la que queremos lograrlo. Cuando hay una pérdida rápida de peso, la mayoría del peso perdido es agua y masa muscular. Impidiendo hacer una correcta quema de calorías y aumentando los niveles de grasa corporal. Aunque se llegue a pesar menos, la composición del cuerpo puede ser más insana.

Y en cuanto a la pérdida de agua, los primeros días se eliminan líquidos retenidos, que nos hacen ver una pérdida de peso, pero no de grasa como la gente quiere.

 

El temido efecto yo-yó

En el momento en el que ponemos al cuerpo en un estado límite de consumo de calorías, este activa su modo «ahorro» haciendo un aprovechamiento máximo de los alimentos que le damos. En el momento en el que nuestro metabolismo cambia, y entra en modo de aprovechamiento, el cuerpo exprime al máximo la energía aportada por la comida.

Esto significa que el momento en el que volvamos a tener una alimentación normal, nuestro cuerpo seguirá en este modo de aprovechamiento, por lo que subirá de peso con mucha más facilidad. Por eso se conoce como efecto yo-yó, donde se recuperan los kilos perdidos en un tiempo récord. Y en ocasiones viene alguno más de regalo, a pesar de controlar la alimentación. Esto llega a ser muy frustrante a largo plazo.

Se elimina uno de los macronutrientes esenciales

Otro de los grandes riesgos de las dietas milagro, es que suelen eliminar por completo uno de los macronutrientes esenciales. Normalmente los hidratos de carbono o las grasas. Esto es un grave error, ya que el cuerpo necesita de los tres macronutrientes para poder hacer bien sus funciones. No se puede eliminar ninguno por completo ya que esto va a provocar que el organismo se desregule, y cada macronutriente tiene su función.

los riesgos de las dietas milagrosas

Mal descanso y estado de ánimo como riegos de las dietas milagro

Este tipo de dietas suelen generar un déficit calórico demasiado grande. Por lo que el cuerpo se va a ver afectado en muchas de sus funciones. El estado de ánimo cambia y se vuelve mucho más tendente a la ansiedad, depresión y tristeza, ya que estamos exponiendo al organismo a un estado de alerta constante. Y además de esto el descanso no se realiza de una forma efectiva. Por norma general se experimenta falta de energía y dificultades para dormir.

No se enfocan en el cambio de hábitos

Un plan nutricional personalizado, tiene que estar enfocado en un cambio de hábitos que pueda mantenerse durante bastante tiempo. Por el contrario, este tipo de dietas milagro buscan una recompensa inmediata, un resultado rápido que no va a cambiar las costumbres ni los hábitos. No se centra en enseñar a comer y notar los beneficios, si no en obtener una meta rápida que se va en cuanto se deja de hacer este tipo de dieta.