Para muchos padres y madres, uno de los retos más difíciles de solucionar dentro del entorno familiar es hacer que sus hijos coman sano. Todos hemos experimentado cómo algo que debería ser tranquilo y fácil se convierte en una pesadilla diaria. Además, aunque se haya intentado implementar muchos trucos clásicos, como «el avión», pocas veces dan resultado. Si el niño no quiere comerse el brócoli ni la berza, difícilmente conseguiremos hacer que lo haga -y menos a largo plazo-.
¿Qué hay que hacer entonces? Todo menos tirar la toalla. En Nu3ción existen muchas maneras de hacer que nuestros hijos cambien la percepción de los alimentos sanos y que, poco a poco, podrás ir implementando a la dieta infantil con resultados garantizados. No se trata solamente de hacer que coman sano, sino que verdaderamente quieran comer sano y disfruten de ello.
Por eso mismo, aquí te presento 4 consejos con pasos infalibles para hacer que tus hijos coman sano sin esfuerzo.
1. Tomar las riendas como padres y planificar una dieta desde el hogar con el objetivo de que tus hijos coman sano
- Antes de ir al grano, hay que tener en cuenta si tu hijo/a come en el colegio. Quizá suene evidente, pero la dieta que ofrece el colegio puede ser contraproducente si quieres enseñar a tu hijo/a a comer sano; además, tanto si el menú del colegio es equilibrado como si no, la idea radica en que tu hijo debería ser instruido directamente por alguien.
- Si tu hijo/a no está siendo realmente supervisado y educado en lo que come y cómo lo come, aunque el colegio ofrezca una buena dieta, esta puede no ser elegida voluntariamente por ella/él y preferir las patatas fritas y la carne para consumir diariamente. Por eso lo ideal sería que el niño/a comiera en casa.
- En caso de no poder atenderle a la hora de comer por trabajo o por cualquier asunto de carácter personal, recomendamos esta alternativa: contemplar la posibilidad de que tu hijo/a pueda quedarse a comer en casa un familiar cercano y darle instrucciones sobre qué debe comer y cuando. También recomendamos dejar preparada la comida y llevarla en un tupper.
2. Recompensar a tu hijo/a de manera inteligente
- En cuanto a los sistemas de recompensa, un error en el que se cae siempre es crear una recompensa alimenticia que «tape» el objetivo final. Es decir, dar chocolate o productos altos en sal, azúcares y grasas saturadas como recompensa positiva hará que tu hijo/a busque ese tipo de estímulos y verá el comer sano como un trámite y no como algo bueno -a largo plazo-.
- En Nu3cion recomendamos que las recompensas estén enfocadas en actividades lúdicas sanas y no en comida basura.
- Por otra parte, se puede intercalar las actividades lúdicas con algún acompañante alimenticio como postre que no sea «comida basura» y que le estimule de manera equilibrada.
3. Ser una referencia para tu hijo/a
- ¡A los niños les encanta repetir! Y como modelos estrella, los padres deben utilizar esta ventaja de la mejor manera posible. Una clave para hacer que tus hijos coman sano más rápido es dar ejemplo. Muchas familias suelen hacer todo lo contrario y pasan toda la responsabilidad a sus hijos. Por otra parte, tú lo vas a hacer bien. La comida debe ser la misma para todos los miembros de la familia y es importante reflejar gusto en vuestras expresiones cuando comáis juntos.
- Hay que hacer ver al niño/a que comer sano está rico.
4. Haz que la comida sana sea divertida para hacer que tus hijos coman sano
- Un niño/a vive para jugar. Si consigues crear un sistema de juegos para dar de comer a tu hijo/a, el proceso será muchísimo más rápido.
- También, puedes crear estímulos positivos más allá de la mesa. Por ejemplo, puedes generar una relación de simpatía de tu hijo/a hacia la comida sana a través de juguetes o peluches con forma de frutas y verduras.
