¿Crees que llevas a cabo una dieta saludable? ¿Te has planteado realmente lo que comes y el estilo de vida que llevas? Comer de forma sana es imprescindible para poder llevar una buena calidad de vida, sentirnos fuertes y llenos de energía. Ahora, en muchas ocasiones solo nos centramos en una dieta variada, rica en frutas, verduras y otros alimentos igual de sanos. Pero ¿alguien se para a pensar en lo importante que es aprender a comer según tus necesidades? En este artículo te lo contamos todo.

Pasos para comer sano

Uno de los pasos que debemos cumplir si queremos llevar una dieta sana es tomar alimentos variados, teniendo en cuenta siempre todos los grupos. Entre ellos se encuentran los cereales, las frutas, las hortalizas, loa aceites, los lácteos y las carnes, entre otros. Esto se debe a que ningún alimento contiene por sí mismo todos los nutrientes necesarios.

Si debemos destacar algo importante es que la bollería industrial, los dulces, los snacks, los embutidos, los helados o la comida rápida se pueden consumir, pero con mucha moderación.

Cinco comidas al día

Otra de las claves de una dieta sana es el correcto reparto de los alimentos. Los expertos recomiendan que se hagan cinco comidas al día. Estas son: el desayuno, el tentempié, la comida, la merienda y la cena.

Asimismo, una dieta sana no tiene que suponer un esfuerzo para la persona. Debe diseñarse de tal manera que sea rica y apetecible para el que la toma. De otra manera, seguirla se haría muy complicado y sería probable que se acabara abandonando.

El agua

Por supuesto, el agua es imprescindible para el mantenimiento de la vida. El consumo recomendado es de 1 o 2 litros al día, o lo que es lo mismo, de 4 a 8 vasos, aproximadamente.

Aprender a comer según tus necesidades

Ahora, aprender a comer según tus necesidades es muy importante. De este modo, definir claramente el equilibrio nutricional no es tan simple porque las necesidades varían según la edad, el sexo, el estilo de vida y otros factores subjetivos, como la estructura muscular, el metabolismo o las enfermedades hereditarias.

Ser hombre o mujer

Por ejemplo, una de las variantes que existen se da entre los hombres y las mujeres. Los primeros tienen un mayor porcentaje de masa muscular, por lo tanto su requerimiento calórico es mayor. Esto significa que pueden comer más.

Asimismo, las hormonas juegan un papel importante en la báscula. La testosterona (hormona dominante en hombres), junto con la hormona del crecimiento, impacta favorablemente sobre el aumento de la masa muscular y la pérdida de peso. Para producir estrógeno (hormona dominante en mujeres), las células tienen que almacenar más grasa (principalmente en cadera, pecho y muslos), de ahí el cuerpo de “guitarra” que las caracteriza.

Edad

Aprender a comer según tus necesidades

Mientras que una persona en la edad adulta, y en situaciones normales, tan solo tiene que llevar una dieta variada y sana, por ejemplo, cuando una persona alcanza la tercera edad debe realizar cambios en sus comidas.

El proceso de envejecimiento implica un deterioro progresivo natural, tanto físico como psíquico. Además, las necesidades nutricionales cambian y el gasto energético es menor, aunque las demandas de ciertos nutrientes aumenten. Todo esto puede comprometer el estado nutricional del anciano.

Dieta en la tercera edad

Para que lo anterior no ocurra, la persona debe comer cantidades más pequeñas que se digieran mejor, pero más veces al día. También, hay que evitar los alimentos muy calóricos que tengan poco valor nutricional, como los dulces, porque esto quita el apetito, pero no satisface las necesidades nutricionales.

Hay que disminuir la ingesta de sal y aumentar el consumo de verduras ricas en fibra y antioxidantes. Asimismo, conviene adquirir una buena rutina en la ingesta de líquidos, ya que a veces disminuye la sensación de sed y aparece la deshidratación. El consumo de un litro de agua al día es suficiente si se consumen frutas y verduras de forma diaria.

Embarazo

Durante el embarazo, una mujer ve aumentadas sus demandas de energía y de nutrientes. No obstante, esto no significa que deba “comer por dos”, simplemente hay que llevar una alimentación más variada y nutritiva para cubrir las necesidades de hierro, yodo, ácido fólico, proteínas, omega 3 y calcio. Es normal que la mujer gestante aumente unos 9-10 kilos de peso durante el embarazo. Esto se debe a un mecanismo compensatorio que permite utilizar la energía de reserva cuando las demandas energéticas del feto aumentan. Por este motivo, la alimentación de la mujer tiene que ser suficiente para que no se comprometa su salud cuando aumenta esta demanda.

Enfermedades

Por supuesto, existen multitud de enfermedades -como la diabetes, la celiaquía o el sobrepeso- que modifican totalmente la alimentación que debemos llevar a cabo. Si sufres alguna de ellas, deberás consultar con tu médico, o con un nutricionista, qué dieta debes seguir para sentirte bien y cuidar de tu salud.