La sandía es una de las frutas por excelencia del verano. Dado que más del 90% de su composición es agua, comer sandía es como tomar un refrescante tentempié, saludable e hidratante. Precisamente por esta naturaleza acuosa, el valor nutricional de la sandía es realmente bajo. De hecho, no supera las 23 Kcal por 100 g. Pero los beneficios de la sandía no terminan ahí. Su alto aporte de licopeno -responsable último de ese color rojo tan característico- es un potente antioxidante, por lo que se puede considerar a la sandía como un protector de la salud.

Beneficios de la sandía a nivel nutricional

¿Es la sandía antiinflamatoria?

Efectivamente, esta fruta es rica en licopeno que es un antiinflamatorio natural. De hecho, se recomienda tomar después del entrenamiento un zumo de sandia. Es más, este sencillo y refrescante acto es adecuado para prevenir el dolor muscular y reducirlo si es necesario. El responsable es la L-citrulina, un aminoácido que actúa sobre los músculos reduciendo el dolor en ellos después del esfuerzo de entrenar o practicar deporte.

Aporta vitamina C

La vitamina C es esencial para que la piel pueda sintetizar el colágeno, el responsable de la regeneración celular. Del mismo modo, también aporta porciones de vitamina A que trabaja en la reducción de las arrugas y las manchas provocadas por el sol.

Ten en cuenta que con la vitamina C, no solo mejora la apariencia de la piel; también lo hace el cabello. ¿Cómo? Lo hace más fuerte, reduce la caspa y evita que se caiga.

Beneficios de la Sandía

La sandía beneficia tu salud ósea

El licopeno tiene un efecto beneficioso sobre los huesos y los mantiene fuertes. ¿Por qué? Básicamente porque reduce el estrés oxidativo y, por tanto, minimiza la presencia de osteoblastos y osteoclastos, las dos células óseas que están implicadas en la aparición de la osteoporosis. Por otra parte, la sandía es una fruta rica en potasio, que ayuda al mantener los huesos y las articulaciones sanas y fuertes.

Previene enfermedades del corazón, uno de los beneficios de la sandía que más sorprende

Otro de los beneficios de la sandía radica en la presencia de citrulina y de arginina, dos de los activos que ayudan a prevenir infartos y otras enfermedades cardiovasculares. 

Favorece el metabolismo y la pérdida de peso

Entre los beneficios de la sandía, quizás el más conocido. La sandía no llega al nivel de la piña como fruta diurética pero sí que tiene a su favor que apenas aporta calorías, ya que es, prácticamente, solo agua. Según una investigación del Journal of Nutrition, la L-arginina presente en la sandía, sería responsable de acelerar el metabolismo y favorecer la pérdida de grasa.

No quites las pepitas de las sandía: te aportan nutrientes

Uno de los elementos más desconocidos de la sandía a nivel nutricional es la carga de energía que aportan las semillas de la sandía.  Aunque para muchas personas es un elemento molesto, en realidad se trata de un alimento rico en proteínas, que permiten el desarrollo muscular y la regeneración de tejidos. Pero es que los beneficios de las pepitas de la sandía no terminan ahí.

Las semillas, como si fueran un fruto seco, aportan al organismo grasas saludables (eso sí, en menor medida), que ayudan al organismo a regular el colesterol en sangre; ayudan a eliminar toxinas, y favorece el tránsito intestinal (ya que contienen fibra). Por último, la pequeña presencia de zinc en las semillas suma un pequeño pero necesario protector al sistema inmunológico.